Acaba el verano y con ello vuelve la rutina. Siempre nos queda esa nostalgia de no haber aprovechado al máximo este tiempecito de vacaciones, de no haberlas quemado, pero a la vez las ganas de volver a hacer lo que para todos es su vida. El día a día de una persona se compone de sucesos que ocurren desde que este se despierta hasta que se vuelve a la cama. A lo que nos referimos es que no hemos de ver la rutina como algo desagradable, si no más bien algo necesario e incluso aveces apetecible, ¿O es que no disfruta de su trabajo una persona que lo ha podido escojer libremente? que ha tenido la suerte de currar en aquello que siempre había pensado.
La libertad del artista es el poder expresar sus ideas, independientemente de la modalidad de arte de la que se trate, y os aseguramos que para un músico componer es lo que le incentiva. Si para un artista su rutina es crear arte, estamos hablando de una rutina gratificante, tanto como para el que la crea como para el que la percibe. La música es un regalo para los oídos cuando está bien hecha, al igual que un buen cuadro de Goya es un regalo para nuestros ojos. La mayoría de lo que percibimos lo crea la rutina, nuestro sueldo e incluso la ciudad que pisamos.
Los estudiantes vuelven a sus aulas en las que con un poco "o mucha" suerte podrán forjarse un futuro, el escritor vuelve a escribir, el pintor vuelve a pintar, el músico vuelve a crear y eso solo genera progreso. the work is back. 1love.
Nuevo arte está al caer.
FIRMADO: LSD GREEN SPIRIT
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