Las autoridades holandesas esperan que con esta medida que se disminuya la delincuencia en torno a los “coffeeshops”, mientras que los propietarios mantienen que la nueva norma aumentará precisamente los circuitos ilegales de venta de cannabis. El pasado viernes un juzgado de La Haya rechazó un recurso en el que los propietarios mantenían que la transformación de sus establecimientos en clubs cerrados al turismo es una medida discriminatoria para los extranjeros. La normativa holandesa de los “coffeeshops” cuenta con una gran contradicción: regula el funcionamiento de estos locales pero mantiene como ilegal la producción del cannabis. Además, el Gobierno holandés quiere que el cannabis que contenga más del 15% de su principio activo, tetrahidrocannabiol (THC), sea incluido en la lista de drogas duras. De acuerdo a estudios oficiales realizados por el Instituto Trimbos (especializado en adicciones), por encima de ese porcentaje, que se supera en la mayor parte de los “coffeeshops”, la droga puede causar daños cerebrales que podrían derivar en esquizofrenia. Vigente desde 1976, la normativa de funcionamiento de los “coffeeshops” se ha presentado hasta ahora como una regulación modélica que mantenía bajo control el uso de la droga y reducía al mínimo su tráfico ilegal. Fuente: Larioja.com
Firmado: Bienve
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